viernes, 23 de marzo de 2007

Vicentillo, Cliente Frecuente de los Table Dance

Tomado de una nota aparecida en el periódico norteño EL DIARIO el 10 de marzo del 2007 (como dato de interés, esta nota se publicó en éste medio el mismo día en que se cumplieron los primeros cien días de gobierno de Felipe Calderón, el mismo hombre que desde la silla presidencial juró que en su gobierno no habría impunidad para nadie):

Pese a su nula preparación y desidia para los negocios, Vicentillo se pasa la vida gastando el dinero a manos llenas. ¿De dónde saldrá? Quizá está dilapidando el millón de pesos de herencia o comienza a gastarse por anticipado los ingresos que le van a generar las cinco patentes aduanales que se supone que le acaba de entregar el gobierno federal

Anabel Hernández
Random House Mondadori / Grijalbo
Especial para El Diario


Azúcar, Abril, Hennesys, Sherry, Vanesa, Paris, Yatana y Karen son bailarinas del centro nocturno Odyssey, en León, Guanajuato, localizado sobre el bulevar Vicente Valtierra. De lunes a sábado, de nueve de la noche a tres de la mañana, salen a una pista circular, brillante como bola de billar, contoneándose al ritmo de baladas candentes, ataviadas con diminutos atuendos que van desapareciendo conforme la música avanza. Invariablemente las chicas terminan semidesnudas colgadas de un tubo, cercadas por los desorbitados ojos de los parroquianos, que contemplan sus formas redondas. Son “las mejores bailarinas locales y extranjeras” de la localidad, según la propaganda del antro.

El lugar es fastuoso, con cupo para 600 personas. Igual organizan fiestas privadas que cumpleaños y despedidas de soltero. Por fuera, el table dance simula una especie de Partenón, y dentro una diosa de mármol que sostiene un pilar sobre la cabeza da la bienvenida a la selecta clientela.

Entre todos los parroquianos se dice que hay uno que se ha vuelto cliente asiduo en los últimos meses de 2006: Vicente Fox de la Concha, el hijo del presidente Vicente Fox, de 24 años de edad. Se dice que cuando no está aquí es porque está en el otro centro recreativo de igual perfil llamado Men’s Club El Tapatío, ubicado en la calle 10 de Mayo, en el centro de la capital guanajuatense.

Dicen que los caballeros no tienen memoria, pero estas muchachas sí. Alguna de estas traviesas y angelicales bailarinas se ha dedicado últimamente a hablar sobre las supuestas debilidades del hijo del presidente Vicente Fox, sus hábitos y costumbres, y de las colectivas fiestas que da en el rancho de San Cristóbal, a donde se dice que lleva a algunas chicas para entretenimiento de un selecto grupo de amigos.

Y no es que eso tenga mayor importancia, de no ser por el monto de recursos que se supone que gasta cada noche. La clase política panista no para de contar lo que seguramente ningún miembro del Estado Mayor Presidencial estaría dispuesto a confirmar: que en sus parrandas Vicentillo llega a pagar hasta ochenta mil pesos por velada, y cuando se lleva la pachanga del Odyssey o el Tapatío al rancho de su padre en San Cristóbal, quien termina pagando la cuenta es el personal del Ejército que custodia la propiedad.

Es de dudarse que su sueldo como director de un taller mecánico y distribuidor de llantas en León le dé para sus parrandas, para pagar la renta de su nueva residencia en Villas del Campestre, en León, y para comprar de contado un Audi de más de 400,000 pesos, como ocurrió en 2005.

A raíz de su comportamiento, es otro miembro de la familia presidencial que pudiera tener un divorcio en puerta. Actualmente vive una fuerte crisis con su joven esposa, Paulina Rodríguez Ávila, con quien, por consejo de su madre, Lillián de la Concha, está intentando salvar el matrimonio.

En la familia Fox se afirma que Vicente Fox de la Concha resultó el más sociable de los hijos del Presidente, porque fue al que más le afectó el divorcio de sus padres en 1992. Desde antes de que su padre ganara la Presidencia había sufrido accidentes automovilísticos relacionados con el alcohol.

Si para algún miembro de la familia presidencial la mudanza del rancho de San Cristóbal a Los Pinos fue radical, ése es Vicentillo.

Vicente Fox de la Concha es uno de los cuatro niños que la pareja formada por Vicente Fox y Lillián de la Concha adoptó ante la imposibilidad de procrear.

Nunca fue bueno para el estudio, pero logró terminar la preparatoria en la Universidad Anáhuac de León, Guanajuato.

Si Vicentillo no fuera el hijo del presidente Fox, seguramente su nivel de vida y el de su pequeña familia --su esposa, Paulina, y su hijo, Vicente III--, sería tan precario como el de millones de jóvenes mexicanos que se convierten en padres a temprana edad sin ninguna herramienta para salir adelante.

Al inicio del sexenio de Vicente Fox, el joven Vicentillo llegó a sentar sus reales en las oficinas de Paseo de la Reforma 607, la que fue casa de campaña y casa de transición de su padre, donde despacha el amigo presidencial más cercano, Lino Korrodi.

El empresario le hizo un espacio en su oficina a Vicentillo, a quien conocía desde el día en que llegó a casa de Vicente Fox, de una casa cuna de Monterrey, Nuevo León, a la cual por cierto Vicente Fox y su entonces esposa, Lillián de la Concha, ayudaron económicamente durante todo el tiempo que estuvieron casados.

Buscaron negocios en PEMEX y en la Comisión Federal de Electricidad, y cuando algo se les atoraba se apoyaban en Martha Sahagún.

Pero Vicentillo era muy disperso y malo para los negocios, así que dejó colgado de la brocha a su amigo, y su padre lo mandó a trabajar a otro lugar esperando que aprendiera algún oficio.

Así llegó a Estrella Blanca, a la oficina de los Sánchez Alcántara, quienes además de trabajo, cuando estaba recién casado, en octubre de 2002, le dieron una casa en Santa Anita 255, en la colonia Lomas Hipódromo.

Vicentillo trabajó tres meses en Estrella Blanca, de todo y de nada. Un día, en medio de una ríspida junta de socios en la que había fuertes reclamos a Sánchez Alcántara, éste mandó llamar a Vicentillo y lo presentó. Los socios lo interpretaron como una forma de amedrentarlos. En aquella época se presentaba ante el empresario a recibir las donaciones de Estrella Blanca a Vamos México.

Se comenta que Martha Sahagún compró acciones en la empresa de autobuses, y que quería ponerlas a nombre de Ana Cristina, Vicente, Paulina y Rodrigo. El asunto no se concretó, pero los Fox aumentaron el número de autobuses en la empresa, y ahora no sólo Vicente júnior tiene el suyo, sino cada uno de sus hermanos.

Después de su paso por la compañía camionera, Vicentillo se fue a probar mejor suerte con Cosme Mares Hernández, el generoso amigo de su padre. Cosme lo instaló en su oficina de Insurgentes Sur 3343, e intentaron allí enseñarle computación, pero a él no le gustaba. Empleados de Mares afirman que le extendió una tarjeta de crédito a Vicentillo, y que el chico se puso a gastar dinero hasta el extremo de que el Presidente se escandalizó y pidió a intermediarios que le dijeran a Cosme que ya no lo hiciera. Como no pudo hacer negocios en México, Vicentillo finalmente regresó a León.

Primero le dieron trabajo en Grupo Sony, donde laboraba en 2005 en la concesionaria de BMW en León. La empresa era propiedad del banquero y amigo de la pareja presidencial Salvador Oñate Ascencio, presidente del consejo de administración de Banco del Bajío e integrante del consejo de administración de Grupo Posadas, presidido por Gastón Azcárraga, otro buen amigo de Fox y Martita. Oñate Ascencio fue otro de los compradores de las gangas del IPAB el 8 de octubre de 2004.

Algún buen negocio hizo Vicentillo que a fines de 2005 se presentó en el Audi Center León, localizado en bulevar Manuel J. Clouthier número 201, en la colonia Valle del Campestre. Iba acompañado del polémico empresario Hugo Muñoz, amigo de la familia Fox, quien había convencido a Xavier Fox de comprar el equipo de futbol de lrapuato la Trinca, y es socio de los sobrinos del Presidente en el restaurante Puerto Madero, en Plaza del Campestre. El Audi era visto a la puerta de la casa de Vicentillo, al igual que una camioneta BMW.

Actualmente el joven trabaja en una distribuidora de llantas en León llamada Grupo Top Service Continental. Es un establecimiento de mediano tamaño, con taller mecánico, bien equipado, en el que venden llantas, rines y amortiguadores, ubicado en la esquina de bulevar San Juan Bosco y Miguel de Cervantes. Quienes lo ayudaron a montarlo son Eduardo y Rosaura Henkel, proveedores de Los Pinos y el gobierno federal, y amigos incondicionales e inseparables de Vicente Fox y su esposa. La empresa de los Henkel, En Punto Relaciones Públicas, S.A. de C.V., ganó en el sexenio de Fox contratos por más de 36 millones de pesos, la mayoría en Los Pinos sin licitación pública de por medio.

Al principio, los problemas entre su madre y Martha Sahagún también afectaron a Vicentillo. En junio de 2003 se celebró una misa en la iglesia de San Juan de Los Lagos, en Guanajuato. Como Lillián y Martha no se podían ver ni en pintura hubo dos fiestas, una organizada por la madre de Vicentillo en la casa de un hermano de Rosy Puente --secretaria privada de Fox en Los Pinos--, a la que asistieron el 90 por ciento de los invitados, y otra que organizó la primera dama en el rancho San Cristóbal con los hermanos del Presidente.

Vicentillo tuvo que partirse en dos, dejar a su madre sola en la fiesta una hora, llevarse a su esposa y a su hijo al rancho, y regresar al festejo de su madre. Los suegros del hijo del Presidente, Jaime Rodríguez Tabeada y María del Refugio Ávila, se quedaron con Lillián.

Aún así, pese a su nula preparación y desidia para los negocios, Vicentillo se pasa la vida gastando el dinero a manos llenas. ¿De dónde saldrá? Quizá está dilapidando el millón de pesos de herencia que le dio su padre a cada uno de sus hijos, o comienza a gastarse por anticipado los importantes ingresos que le van a generar las cinco patentes aduanales que se supone que le acaba de entregar el gobierno federal --según amigos cercanos a Vicentillo--, con las que podrá hacer todo tipo de trámites aduanales de importación y exportación. Estas patentes son muy codiciadas y escasas, y para conseguirlas se exige pasar una serie de exámenes, incluida una prueba de polígrafo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

QUE MARAVILLOSO PAIS ES MEXICO.
CON UN PUEBLO TAN TRABAJADOR Y TAN LEAL A SU PATRIA....
TIENE LA BANDERA MAS BONITA DEL PLANETA.
Y SU UNICO DEFECTO ES QUE TIENE A LAS PEORES ESCORIAS DEL UNIVERSO.
LOS DOS VICENTE FOX.
VICENTE FOX QUEZADA Y EL ADOPTADO
VICENTE FOX DE LA CONCHA......

viernes, 25 julio, 2008  
Anonymous Anónimo said...

porfavor, nos escandalizamos cuando sus propios amigo de fox, como salvador oñate ascencio son unso delincuantazos de primera robandose el gas de pemex en tepeji del rio a manos llenas, y de los empresarios gaseros a los que secuestra judicialmente para quedarse con sus fortunas, y que hay del grupo posadas? bueno lo que calderon debe hacer es matar a todos los delincuentes tanto narcos como estos que son peores porque andan por la calle como si nada

domingo, 17 julio, 2011  
Anonymous Anónimo said...

Hay que trabajar por Mexico. Dejemos de ser corruptos. Empezar por uno mismo y ojalá el día que estemos ahí NO seamos igual que tantos. Esto es de todos, no repartamos. Aceptemos. Verduleros, taxistas, muebleros, abarroteros, restauranteros, maestros, ingenieros, arquitectos, contadores, billeteros, etc..... No la culpa a terceros.

lunes, 18 julio, 2011  

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